Mi estancia en La casa de Belmonte

Dejadme que os cuente como fue mi experiencia en La casa de Belmonte.

9/24/20242 min read

Como ya os mencioné en el anterior blog, la pasada semana del 9 al 15 de septiembre estuve disfrutando de un retiro literario en La casa de Belmonte. Dicho retiro formaba parte de la beca para nuevos escritores que me otorgaron en su cuarta edición.

Lo primero que me gustaría decir sobre La casa de Belmonte es que María y Jordi, los dueños, son los mejores anfitriones que uno podría desear, nos trataron desde el primer minuto, tanto a mí como al resto de becados, con una hospitalidad y cercanía de esas que tanto escasean hoy en día. ¡Hasta nos recibieron con unas lentejas con chorizo! Que, por cierto, estaban para chuparse los dedos.

Mi habitación fue la número 3, ubicada junto a la cocina en el segundo piso (podéis echarle un ojo en la galería de fotos), una más que acogedora dependencia separada en dos zonas: una maravillosa cama doble y el que fue mi lugar favorito durante la semana: el despacho, que contaba con un pequeño balcón, en el que no fueron pocas las horas que pasé observando las calles del pueblo y asentando las ideas en la cabeza.

Fue una semana de lo más productiva en la que pude escribir los primeros seis capítulos de la nueva novela. Algo que sería impensable en el día a día habitual.

La dinámica era sencilla: tanto yo como mis compañeros dedicábamos la mañana a pulir, reescribir o completar el texto del día anterior, comíamos y, después, nos sumergíamos de lleno en la escritura, al caer la tarde nos reuníamos junto con la tutora del proyecto, mostrábamos nuestros textos y comentábamos mutuamente las posibles mejoras que podían hacerse, después cenábamos y vuelta a empezar.

También hubo tiempo para algún paseo por las maravillosas calles de Belmonte, en las que es imposible no inspirarse; también alguna visita a la ermita cercana, desde la que había una maravillosa vista de todo el pueblo.

Ha sido una experiencia maravillosa que recomendaría a cualquier persona que escriba. Cuando te levantas respirando literatura y te vas a dormir con las letras aún en la cabeza, la creatividad se abre ante ti de una manera que nunca antes había experimentado.

En cuanto a la beca, ahora el trayecto es sencillo: seguir escribiendo la mueva obra hasta terminarla. Después acabará llegando a todos vosotros.

Espero que algo del alma este maravilloso lugar haya quedado impregnada en mi texto.